- 05.02.2025
# ¿Cómo reconocer las baldosas de calidad ?
Reconocer la calidad de las baldosas es esencial para garantizar la durabilidad y la estética de sus revestimientos. Para evaluar esta calidad se pueden utilizar varios criterios, como el proceso de fabricación, la técnica de cocción, la composición de la pasta y las normas vigentes.
# Proceso de fabricación de baldosas: un proceso riguroso y complejo
La fabricación de baldosas cerámicas es un proceso meticuloso que combina la artesanía tradicional y las tecnologías modernas. Este proceso tiene como objetivo crear baldosas que sean a la vez estéticas y resistentes, capaces de satisfacer las diversas necesidades de los usuarios en términos de durabilidad, diseño y funcionalidad. Aquí hay una explicación detallada de los pasos que conducen a la creación de baldosas de calidad.
1. Selección y preparación de materias primas
Todo comienza con la elección de las materias primas, principalmente arcillas, caolines, feldespatos y sílice. Estos materiales se seleccionan por sus propiedades físicas y químicas específicas, que determinan la calidad final de la baldosa. Las arcillas proporcionan la plasticidad necesaria para la conformación, mientras que los feldespatos y la sílice favorecen la vitrificación de la teja durante la cocción.
Estas materias primas se trituran y se mezclan con agua para formar una pasta homogénea. Este paso, llamado "lodo", es crucial para eliminar las impurezas y garantizar una consistencia uniforme. A continuación, el engobe se deshidrata para obtener un polvo fino, listo para el prensado.
2. Dar forma: dar forma a las baldosas
El polvo resultante se comprime a alta presión para formar baldosas. Este proceso, llamado "prensado isostático", asegura una densidad uniforme y una estructura sólida. Las prensas modernas pueden ejercer una presión de hasta 500 toneladas, lo que le da a las baldosas una mayor resistencia.
Para algunos tipos de baldosas, como el gres porcelánico a toda masa, el prensado puede incluir técnicas adicionales, como la adición de pigmentos directamente a la pasta para crear patrones que se integran en el material.
3. Secado: preparación para la cocción
Las baldosas con forma todavía contienen una cantidad significativa de agua. Por lo tanto, es necesario un secado controlado para evitar grietas o deformaciones durante la cocción. Las baldosas se hacen pasar por secadores de aire caliente donde la humedad se reduce a un nivel mínimo, lo que hace que el material sea más estable.
4. La cocina: un elemento clave de la calidad
La cocción es el paso decisivo para la calidad de las baldosas. Las baldosas se cuecen en hornos túnel a una temperatura de hasta 1.200 a 1.400 °C, dependiendo del tipo de cerámica. Este paso da lugar a la vitrificación, donde los componentes silíceos se transforman en una fase vítrea, haciendo que la baldosa sea dura, impermeable y resistente.
En el caso de las baldosas de gres porcelánico a toda masa, esta cocción única es suficiente para obtener un producto final homogéneo y muy resistente. Por otro lado, para las baldosas esmaltadas, es necesaria una segunda cocción después de la aplicación del esmalte.
5. Esmaltado (opcional): añade un acabado estético
El acristalamiento es un paso en el que se aplica una capa de vidrio líquido a la superficie de las baldosas. Este recubrimiento puede ser transparente, coloreado, mate o brillante, según el efecto deseado. El esmalte también protege la superficie de la baldosa de las manchas y el desgaste, a la vez que añade una dimensión estética.
A continuación, las baldosas vidriadas se cuecen por segunda vez para fijar el esmalte y reforzar la superficie. Esta cocción adicional mejora la resistencia a las agresiones externas, lo que la convierte en una opción popular para aplicaciones en interiores.
6. Acabado y control de calidad
Una vez cocidas, las baldosas pasan por etapas de acabado, como pulirlas, cortarlas o agregarles patrones decorativos. A continuación, se inspecciona cada baldosa para asegurarse de que cumple con los estándares de calidad. Las pruebas incluyen comprobaciones de planitud, resistencia mecánica, absorción de agua y consistencia dimensional.
Las teselas que pasan estos controles se empaquetan y se envían para su distribución. Aquellos con defectos pueden reciclarse en el proceso de fabricación o utilizarse para aplicaciones secundarias.
# Horneado de cuerpo entero : una técnica de fabricación de alto rendimiento
La cocción a toda masa, a menudo asociada al gres porcelánico, es un método de fabricación que destaca por su calidad y rendimiento. A diferencia de las baldosas esmaltadas, la cocción a cuerpo completo significa que toda la baldosa está hecha de un solo material, sin aplicar una capa superior después de la cocción. Esta homogeneidad confiere a la baldosa unas propiedades excepcionales en términos de resistencia y durabilidad.
Un proceso único
El proceso comienza con el prensado de la pasta cerámica, que consiste en una mezcla cuidadosamente dosificada de arcillas, feldespatos, caolines y sílice. Una vez moldeadas, las baldosas se cuecen a temperaturas extremadamente altas, normalmente entre 1.200 °C y 1.400 °C. A esta temperatura, los componentes de sílice de la pasta se vitrifican por completo, creando una estructura densa y compacta. Es este fenómeno de vitrificación el que confiere al gres porcelánico a toda masa su baja porosidad y su excepcional resistencia.
A diferencia de las baldosas esmaltadas, donde el color y los patrones están solo en la superficie, las baldosas de masa completa tienen tonos y patrones integrados directamente en el material. Esto significa que, en caso de desgaste o desconchado, el aspecto de la baldosa permanece inalterado, ya que el color y el diseño atraviesan todo su espesor.
Propiedades excepcionales
Homogeneidad y resistencia: La cocción de cuerpo completo garantiza una densidad uniforme y una alta resistencia a la abrasión, al impacto y a las cargas pesadas. Por esta razón, este tipo de baldosa se usa a menudo en áreas de alto tráfico, como centros comerciales, aeropuertos o espacios públicos.
Durabilidad a la intemperie: Las baldosas de cuerpo entero son especialmente resistentes a las fluctuaciones de temperatura y a las heladas, lo que las hace ideales para aplicaciones en exteriores, como terrazas o cubiertas de piscinas.
Fácil de mantener: Gracias a su baja porosidad, estas baldosas prácticamente no absorben agua ni manchas, lo que las hace fáciles de limpiar y mantener. Esto los hace ideales para entornos exigentes, como cocinas y baños.
Una elección estética y funcional
Además de sus prestaciones técnicas, las baldosas a toda masa ofrecen una estética elegante y moderna. Disponibles en una amplia gama de acabados, incluyendo mate, satinado o pulido, a menudo imitan de forma realista materiales naturales como la piedra, el mármol o el hormigón. Esta capacidad de combinar funcionalidad y diseño lo convierte en una opción popular para arquitectos y diseñadores de interiores.
Por último, ¿cómo reconocer las baldosas de calidad?
Elegir baldosas de calidad puede parecer complejo, especialmente cuando se enfrenta a la diversidad de productos disponibles en el mercado. Sin embargo, si tiene en cuenta ciertos criterios clave, puede evaluar rápidamente la calidad de un azulejo y tomar una decisión informada.
1. Fíjate en la densidad y el peso
Las baldosas de calidad suelen ser densas y pesadas, un signo de cocción a alta temperatura y una composición uniforme. Cuanto más densa sea la baldosa, menos porosa será, lo que es esencial para su durabilidad, resistencia a las manchas y capacidad para soportar las variaciones climáticas.
Para comprobarlo :
- Toma la baldosa en la mano: una baldosa clara puede indicar una densidad baja, lo que la hará menos resistente.
- Golpéalo ligeramente: un sonido claro y metálico suele ser un signo de buen sellado.
2. Revisa los acabados
Los acabados son un indicador visual inmediato de la calidad de las baldosas. Una baldosa de calidad tiene bordes regulares, una superficie perfectamente lisa o texturizada según el acabado elegido y uniformidad en el color y los patrones. Las baldosas mal acabadas, con imperfecciones o variaciones demasiado grandes, suelen ser productos de menor calidad.
3. Comprobar las certificaciones y normas
Las baldosas de calidad cumplen con estrictas normas, entre ellas la EN 14411, que garantiza propiedades como:
- Resistencia mecánica: capacidad de soportar cargas pesadas.
- Baja porosidad: absorción de agua inferior al 0,5% para baldosas de gres porcelánico.
- Resistencia a las manchas y a los productos químicos.
En Francia, la etiqueta UPEC (Desgaste, Punzonado, Agua, Química) también es un excelente indicador. Las baldosas se clasifican según su uso: por ejemplo, una baldosa clasificada U4 P3 E3 C2 es adecuada para zonas con mucho tránsito y contacto con el agua.
4. Prueba de resistencia al desgaste
En el caso de las baldosas, la resistencia al desgaste es esencial. Se mide mediante la escala PEI “Porcelain Enamel Institute”, que va desde el PEI 1 (solo para usos decorativos en paredes) hasta el PEI 5 (baldosas resistentes al tráfico pesado en espacios públicos).
Para probar un mosaico en el sitio :
- Raspe la superficie con un objeto metálico: Un rasguño en un azulejo de baja calidad revelará un esmalte débil.
5. Toque y observe la parte posterior del azulejo
La calidad de una baldosa también se puede adivinar mirando su parte posterior. Un lomo limpio y homogéneo con relieves regulares suele ser un signo de mano de obra cuidadosa. Una baldosa demasiado irregular o porosa en la parte posterior puede ser más frágil o estar mal adherida durante la instalación.
6. Aprende sobre el proceso de fabricación
Las baldosas elaboradas mediante procesos como la cocción a toda masa o el uso de pasta blanca suelen ser sinónimo de calidad. Pida al vendedor información detallada o busque información específica en el embalaje.
7. Considera el precio, pero con discernimiento
Un precio alto no siempre significa calidad, pero un precio muy bajo puede ser un indicador de fabricación económica, a menudo a expensas de los materiales y el proceso de producción. Compare los precios con las garantías proporcionadas por el fabricante para evitar sorpresas desagradables.
8. Pruebe antes de comprar
Si es posible, pida una muestra y simule su instalación. Comprobar :
- La sujeción de la baldosa frente al agua.
- Facilidad de limpieza.
- Armonía estética con su entorno.
Siguiendo estos pasos, puede evaluar con confianza la calidad de una baldosa y seleccionar un producto que cumpla perfectamente con sus expectativas, tanto estética como funcionalmente.